Guión, dirección y montaje: Andrew Bujalski, Música: Bishop Allen, The Crack, Pipes, Dead Cat Bounce, Matty y Mossy. Con Kate Dollenmayer, Christian Rudder, Jennifer L. Schaper, Myles Paige, Marshall Levy, Lissa Paton Rudder, Andrew Bujalski. Presentada por 791cine. Hablada en inglés. 85 minutos. Calificación: para todo público.
El color de los datos de la ficha es lo que pienso de todo en general. Está bien actuada y está bárbara para un estudiante de sociología o psicología, de cine tal vez para ver lo que no se debe hacer cuando la película debe resistir un paso al desgraciado DVD ampliado. Horrible imágen dado que está filmada tratando de emular un video casero y vaya si lo logra, los "fuera de foco" se multiplican, al ampliarlo sobre todo. Yo soy un poco curiosa de la psicología del pueblo que tiene tanto poder adquisitivo que cuando trabajan en dos tonteras ya tienen casa y auto. Puede ser muy tierno de a ratos pero ¿pagar entrada? es más interesante escuchar los problemas emocionales de mi vecina de mesa en el café y estamos hablando de gastar el 50% del importe de la entrada un día de los baratos.
Aunque me gusta el cine independiente como documento ya están trayendo cualquier cosa. No me importan los diálogos inexistentes, no me gustan necesariamente las soluciones y los finales rosados, definidos, estructurados y todo lo que quieran pero la verdad que no la puedo recomendar de ninguna manera, no me la hacen fácil. Digamos para que vaya alguien es moderna y experimental? no. Aunque yo la pueda ver y hasta disfrutar de lo bizarro de la situación siendo 5 personas en una sala con butacas de cuero en las que cuando cualquiera se movía parecía tener serias incontinencias, lo que el sonido de la película no ayudaba a distraer de ninguna manera. Cuando terminó la película, con un fondo gris pasaban los títulos y créditos como escritos a mano con bolígrafo, sin música de fondo mientas mi vecino de butaca estornudaba entusiasta (imagínense la situación luego de una película sin nada de música incidental y con sonido ambiente casi permanente) en realidad seguí caminando en la calle y el sonido ambiente era mejor que el de la película, y hasta había cierta música incidental.
Estas últimas cirunstancias hicieron que saliera de la sala al finalizar la proyección, riéndome y se transformara en comedia toda la situación, convenciendo a mis vecinos de sala de que estaba irremediablemente loca, porque estimo que tenían más ganas de llorar.
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