Puede ampliar la imagen haciendo click sobre ellaa partir del Jueves 30 de OctubreSolo se dará en 5 salas y por DOS SEMANAS seguras.
Les anticipé la crítica de la Nación. Para mí, ahora que la vi, es una parábola del silencio. Fobia, soledad, incomunicación. Una descripción de lo que generó la represión y la dictadura en la generación de los nacidos alrededor la década del 70. Muchas de las formas de incomunicación están presentes en esta película. Listadas casi como en un inventario y caricaturizadas al extremo. El silencio, el aislamiento, el ocultamiento, la palabra. Personajes egoístas. Distintos grados de sensibilidad egocéntrica.
Los que estén directamente representados, adultos de entre 30 y 40 años se van a reir bastante pero para aprovecharla estaría bueno no escaparse tanto por ahí. Muchas veces la risa es una defensa y desperdiciarían una gran posibilidad de hablarle a su reflejo.
Cualquier otra persona puede comprender, si es sensible, los gestos y palabras que son generados por tanto sufrimiento. Tal vez aprendan a escuchar a sus hermanos, hijos o amigos
El guión parece desdibujarse ante el peso del mensaje, no es que no exista, es una película muy llevadera aunque incómoda en algunas partes y para algunas personas.
Les cito una línea: En un concurso de baile presentan a uno de los protagonistas en el micrófono y cuando el quiere decir unas palabras, la presentadora que es además la antipática recepcionista del hotel y que podría ser hermana de cualquier represor le quita el micrófono y le dice "el micrófono es para la conducción..." No se si les suena.... Creo que esa frase puesta casi al final de la película, es en realidad el punto de partida de todo.
Una gran obra sin duda, con algunos defectos, pero dejémosle eso a los especialistas. Vayan a verla
No hay comentarios:
Publicar un comentario