Si se puede hacer la vista gorda del típico patrioterismo de algún cine estadounidense (que adaptaron a la época y problemas actuales, léase apatía, sin sentido etc) pueden verse algunas de las mejores y más tensas actuaciones de estos actores.
Tom Cruise compone tan bien el personaje de un senador joven y trepador con todas las cartas en la mano, que realmente puede dar náuseas pero no puede sacar la mirada, como una buena película de terror o un tenso y casi violento thriller.
La tensión en el diálogo con Meryl Streep es como una danza del terror, no me pude sustraer de ella.
Todo lo demás, incluyendo la actuación de Robert Redford podría olvidarse, tal vez no por desempleño sino por el personaje. Las escenas de guerra y los planos de las tumbas y todo lo demás realmente no importa. El joven actor Andrew Garfield que compone el personaje del estudiante apático lo hace de una manera excelente. Más allá de la historia, remanida del compromiso militar y patriótico, esos tres personajes valen la película, mantienen la atención, la hacen pasar velozmente y valen realmente el precio de la entrada.
Todo esto claro sin razonar la profundidad del conflicto político y social, ingresando sólo en la crisis personal.
María I
No hay comentarios:
Publicar un comentario